Para mi castilla, es la inmensidad de sus cereales, el canto de la calandria y el susurro de la nada. Se vive aprovechando el olvido de su historia, bonita por su constante quehacer diario que no empalaga sino que te maravilla por su simpleza y armonia perdurable en el tiempo. Montañas altivas, tierras de labor, bodegas de casta, alcores y cerros...gente llana y con caracter de soñadores que adolecen un cariño inmutable.
Para mi castilla, es la inmensidad de sus cereales, el canto de la calandria y el susurro de la nada.
ResponderEliminarSe vive aprovechando el olvido de su historia, bonita por su constante quehacer diario que no empalaga sino que te maravilla por su simpleza y armonia perdurable en el tiempo.
Montañas altivas, tierras de labor, bodegas de casta, alcores y cerros...gente llana y con caracter de soñadores que adolecen un cariño inmutable.