jueves, 31 de julio de 2014


1 comentario:

  1. Para mi castilla, es la inmensidad de sus cereales, el canto de la calandria y el susurro de la nada.
    Se vive aprovechando el olvido de su historia, bonita por su constante quehacer diario que no empalaga sino que te maravilla por su simpleza y armonia perdurable en el tiempo.
    Montañas altivas, tierras de labor, bodegas de casta, alcores y cerros...gente llana y con caracter de soñadores que adolecen un cariño inmutable.

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