La Thays oteando el horizonte,
Cascabelera pidiendo mimos.
Valiente y poderosa, amable y cariñosa.
Obediente a veces, fiel siempre.
Una buena vida de campo y escapadas al monte y los caminos.
Prefería una caricia a un buen plato lleno.
Defendía su territorio, corría, husmeaba, y ladraba, con su voz ronca, más alto que nadie.
Una vida hermosa.